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Estamos en "los tiempos finales" (enlace)

Comentario de la película "Once upon a time in the West"

("Érase una vez en el Oeste" o "Hasta que le llegó su hora")

(en general, es muy peligroso ver películas, ésta es la excepción que confirma la regla).

Antes de leer el comentario de la película a continuación, le recomendamos que la vea y disfrute 20 veces (para no condicionar, dirigir su impresión).

Es una gran película (como puede comprobar viendo las opiniones unánimes de la gente en internet).

Véanla 500 veces y disfruten, disfruten y disfruten, y cuando se la sepan de memoria, entonces vean el comentario. Y como igual les descubre cosas en las que Ud. no había reparado, pues todavía disfrutará más y más.

Es una película que no nos la acabamos. Por más y más que la miremos siempre descubrimos algún detalle nuevo, algún trabajo del director/actores que no habíamos percibido antes.

Cada escena tiene una profundidad inmensa. No es comida rápida, es un plato para deleitarse y comer despacio y saborear y volver a saborear.

No sigan leyendo antes de verla 500 veces.

Argumento

Es la historia de la devolución de una armónica.

Empieza cuando Frank (un pistolero), mata al hermano de Armónica y termina cuando éste hace ver a Frank (de una forma peculiar) quien es.

El escenario de la historia es el avance del ferrocarril por el lejano oeste.

Avance facilitado grandemente por el dinero, que sirve para "eliminar los pequeños obstáculos en la vía".

El ferrocarril es el ariete y detrás llega la civilización (de civitas, ciudad) y sus leyes.

Protagonistas

Morton (M)

M está obsesionado por su objetivo y para ello es capaz de lo que sea sin ningún remordimiento. Le molestan las malas formas ("tuviste que matarlos a todos") pero las acepta ("la mujer sigue viva").

M es un hombre de negocios (su arma es el dinero, y que está obsesionado en acabar la vía llegando al Pacífico antes de morir de una enfermedad que tiene.
M tiene contratado a Frank (F) para que "limpie de obstáculos la vía" (convenza, asuste o mate a los propietarios que se resistan a vender los terrenos por donde tenga que pasar la vía).

M está totalmente poseído, obsesionado con su objetivo; está totalmente insensible a lo demás:

Frank (F)

F es un tipo de lo peorcito: capaz de matar a niños a sangre fría por dinero (M le despertó la ambición por el dinero)

(F dice a M: "Estando a su lado he aprendido a pensar en grande")

El dinero le facilita a F sus peores comportamientos: con él puede matar sin dar la cara, pues envía a sus hombres. (El dinero es el socio capitalista complaciente del ego)

Igual que M le contrató a F, ahora es F quien le copia contratando pistoleros. M se lo dice claramente: "Antes te encargabas personalmente de ciertas cosas, ahora envías a tus hombres. Acabarás sólo dando órdenes".

A pesar de esta nueva ambición por el dinero, siempre que puede, evita la sangre:

Es decir, F (a diferencia de M) no está totalmente desconectado de lo que le dice su corazón, su voz interior, no tan ciego por el dinero que llegue a ser totalmente insensible.

F se altera mucho ("¡Dime quien eres!") cuando A, en vez de dar su nombre, recita los de sus víctimas.
Porque lo que más nos molesta es que nos recuerden las maldades que hacemos para ganarnos la vida.
Y encima, alguien que le conoce tanto y se muestra tan poderoso oponiéndose a sus planes. El colmo del desconcierto para F es cuando A no deja que le maten.
Por eso F no parará hasta que A le diga quién es y qué quiere. Por conocer la verdad deja a un lado "la mujer, el dinero, las tierras" y arriesga su vida batiéndose en duelo con A, que sabe que dispara muy bien.

Tanto él como C se presentan bien afeitados ante la muerte (como alguna gente antigua hace).

F es tramposo y desconfiado (porque él hace trampas y asesina cobardemente):

A pesar de todos sus errores él todavía mantiene un rescoldo de dignidad ("Soy un hombre"), para él hay algo todavía más importante que sus posibles ambiciones ("la mujer, la tierra, el dinero"), a diferencia de Morton.

Armónica (A)

A está completamente guiado por lo que le sale del corazón.

Tiene un comportamiento impecable:

A impide las maldades pagadas con dinero:

Actúa sin interés propio:

La misión de A es detener las carnicerías de F y que F recupere su sensibilidad hacia sus víctimas, devolviéndole la armónica como él la recibió. Para que sienta lo que él sintió en el asesinato de su hermano.

Su comportamiento es “crístico”, perfecto: igual que Jesucristo, llega al lugar para cumplir una misión y cuando la cumple, se va, no se queda a recoger los frutos de la misma.Fíjense en el tono que anuncia la despedida: no es un tono triunfal (aunque acaba de vencer), no es un tono alegre (aunque ha conseguido lo que quería), tampoco es un tono triste, es como el de un sirviente, sin reclamar el protagonismo de su hazaña, como el fontanero que, habiendo acabado la reparación dice “yo ya he terminado aquí”. Evidentemente no con la rutina del fontanero, sino con la serenidad de alguien que acaba de matar a un hombre, aunque fuera un asesino.

A tiene la apariencia de un campesino mejicano que, movido por el asesinato de su hermano y de otra gente (cuyos nombres le recita cuando F le pregunta quién es), siente el deber de acabar con esos pistoleros. Y para ello se supone dedicó mucho tiempo para aprender a disparar muy bien, tanto como para poder enfrentarse a pistoleros profesionales y matarlos. Misión en la que se juega la vida, evidentemente. Se juega la vida por impedir más muertes de inocentes. ("No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos").

Viéndole matar pistoleros, podríamos decir que A está como M, poseído por un objetivo e insensible a los daños que tenga que hacer para conseguirlo.

Este no es el caso, ya que él sólo mata en clara defensa propia -varios contra uno-, porque no le queda otro remedio (para defenderse de los que le van a asesinar, para defender a los asesinos de Jill y a los que van a asesinar a F).

Sólo hay una escena donde no es defensa propia: cuando F va a buscarle. Los duelos están prohibidos por la ley y la Iglesia, que los acepta por un interés público (que F dejara de matar)(*).

A se lleva a enterrar el cadáver de C, que es una de las obras de misericordia que ordena la Iglesia: "enterrar a los muertos".

Diálogo final de F con A

F: ¿Me esperabas a mí?
A: Hace tiempo.
F: Morton decía que nunca llegaría a ser como él. Ahora comprendo lo que quería decir: él hubiera dormido tranquilo aún sabiendo que tú estabas vivo.
A: ¿Te has convencido de que no eres un hombre de negocios? (de que no sólo persigues el dinero)
F: Soy un hombre.
A: 'Una vieja raza' y, mirando las obras del ferrocarril, añade 'vendrán otros Morton y la harán desaparecer'

(gente completamente entregada al dinero sin ningún contacto con su conciencia: gente que llegará con el ferrocarril y convertirá el campo en ciudades, lo civilizará. Porque tiene más poder el dinero que las armas, como le enseña M a F)

F: 'Pero el futuro no nos interesa'

(El dinero es la materialización del futuro, de una promesa de pago futuro: antes los billetes decían "El Banco de España pagará al portador la cantidad de X pesetas. Ahora sin la confianza de que con un billete podremos comprar algo, no lo aceptaríamos")

Porque a A tampoco le interesa ni el futuro ni el tiempo, pues A busca desde "hace tiempo" devolver la armónica a F.

A está en la eternidad , no es esclavo del espacio ni del tiempo. Tampoco es esclavo del espacio, porque cuando acaba la misión que tenía que cumplir, se va.
McBain tampoco estaba preocupado por el tiempo: se estableció y esperó. Como A se establece y espera que venga F.
En cambio, M vive preso del tiempo, como cualquier hombre de negocios, y encima, con su enfermedad "le ha entrado prisa" (en la cabeza).
La respuesta de A ("Hace tiempo") suena completamente intemporal.

F: ¿Sabes por qué estoy aquí? No por la tierra, ni por el dinero, ni por la mujer. He venido sólo por tí, porque ahora me dirás de una vez lo que buscas.

Jill (J)

J se comporta como una mujer: abnegada. (Y fuerte interiormente, valiente e inteligente como cualquier gran persona).

Alquilaba su cuerpo, por su marido le sigue al campo, acepta hijastros, luego volver a la ciudad, luego quedarse otra vez en el campo; le dice a F que hará lo que sea para que no la mate, y acepta todo lo que le dice C moribundo.

Amorosa (quiere a sus hijastros), amable (sonríe a la empleada cuando entra en la lavandería) y fuerte interiormente (le dice lo que piensa a C cuando va a su casa, soporta que F le recuerde que es el asesino de su marido o le diga que va a buscar una solución más 'sencilla y rápida').

No se dice en la película si conoció a su marido como cliente.
Es capaz de tirar por la borda todo lo que sabe y tiene "te conozco: mundo" por seguir algo superior.
Tiene claro el orden de prioridades de las cosas y que lo más importante es lo invisible: "haced de mí lo que queráis, después de un baño estaré igual, con un recuerdo asqueroso", hace lo que sea con F con tal de salvar la vida, acepta la última enseñanza de Cheyenne: dejar que abusen corporalmente, ligeramente de ella para que ellos obtengan un fin mayor: reponerse de un duro trabajo.

Puede intentar encontrar las ocasiones en que J esboza, durante sólo una décima de segundo, una sonrisa. Como mínimo hay dos.

Cheyenne (C)

Otro que ha matado por conseguir dinero, pero no ha caído tan bajo como F por conseguirlo:

Quiere el dinero pero no su reverso inevitable: la civilización con sus leyes y su policía, los federales.

Cuando Cheyenne y Jill están hablando de dónde pueden estar el montón de dinero que justifique la matanza, (min. 60 aprox.), Cheyenne se sienta en una silla junto a una maqueta de madera de una locomotora de tren. Tienen el motivo del asesinato al lado pero todavía no saben verlo. (En la vida nos ocurre lo mismo: todo lo tenemos continuamente delante de los ojos. Es nuestro estado de ceguera o ignorancia lo que nos impide verlo). La escena siguiente empieza con la vista de otra maqueta de locomotora, la de Morton.

Jill le dice a Cheyenne (en el min. 69), que le hubiera gustado "tener media docena de hijos, cuidar de una casa", y a eso lo llama "hacer algo" (en la vida), en contraposición a lo que había estado haciendo hasta ahora (usar su atractivo corporal con los hombres).

Cheyenne, al final de la película, le pide a Jill que vuelva a usar el atractivo de su cuerpo con los hombres. Le explica cómo ese atractivo puede alegrarlos / aliviarlos después de una dura jornada de trabajo.

Le está explicando que el "hacer algo" en la vida no sólo es lo que ella consideraba. Le ayuda a asumir y no dejar de lado el don que recibió (su belleza) y a usarlo para el bien: No para facilitar o satisfacer las tentaciones de los hombres sino para elevarles como gratificación de una dura jornada de trabajo.

Cheyenne sabe de lo que habla, pues su madre tuvo la misma profesión que Jill, y supo ver cómo cualquier profesión, por dura que sea, puede hacerse más o menos bien ("La profesional más grande de Alameda y la mujer que más valía del mundo"), de forma que, al menos durante un tiempo, su padre tuvo que ser un hombre feliz.

Y enlaza con el tema de la valía personal (que no depende del dinero que tengamos): su madre es "la mujer que más valía del mundo", le dice a Jill: "vales mucho", pues sabe hacer buen café, es valiente como para decirle las cosas a la cara a un asesino, sabe que su dignidad no se pierde por hacer de puta... pero sí se pierde cuando hacemos el mal o asesinamos por dinero.

Jill, viuda dueña del pueblo, no se dedica a vivir del dinero, sino que sigue trabando por los demás en lo que puede (llevando agua a los esforzados trabajadores).

Sin decírselo, Cheyenne se pasa la noche cuidando de Jill, pues, cuando llegan a matarla, él ya está allí y presencia todo.

El posadero

Rechaza la oferta de su hermana para que trabaje con ella en la ciudad y "gane dinero" porque prefiere la vida "tranquila" del campo, donde no hay "hombres difíciles y mujeres fáciles" como en la ciudad.

Lo dice justo después de presenciar una escena de tiros, muertos, forajidos,...

Y acaba con otra frase sobre la vida apacible del campo justo antes de la escena más trágica de la película.

Los pistoleros asalariados

Están dispuestos a cualquier cosa por dinero ("¿Qué hacemos con este, Frank?"). Se venden al mejor postor: ahora sirven a F, al final a M. Totalmente entregados al dinero igual que M está entregado a su plan (e insensibles a todo lo demás).

El dinero

"Personaje" omnipresente:

El transcurso del tiempo

Otro personaje que aparece con intensidad cuando conviene (la espera del inicio de la película, la espera infructuosa de J en la estación, la desesperación de F "ahora me dirás de una vez lo que buscas" ) y que desaparece en el resto de la película, acompañando la interpretación de los "héroes" de la película y remarcando la del "antihéroe" (M).

Quizá este sea el argumento de la película: la llegada al lejano oeste del tiempo, del ferrocarril con sus horarios y sus retrasos, de la prisa, de "el tiempo es oro", del dinero, de los Morton que harán desaparecer la "raza de hombres".

Justamente el difunto, sabiendo que el ferrocarril debía pasar por allí, compró el terreno y esperó.

Armónica, sabiendo que Frank hervía por dentro por saber quién era él, se sentó y le esperó.

Tanto el difunto como Armónica, que sabían esperar, “no pintan nada” en el nuevo mundo que llega.

El lavarse

Como limpieza externa e interna, purificación. Externa: se lavan los viajeros en el mesón, lavandería del pueblo,... interna: J después del mal trago, C antes de morir,...

La muerte

Gran protagonista de la película: empieza con tres muertos, sigue con el asesinato de toda la familia McBain,... Conviene remarcar cómo se preparan para morir dos de los protagonistas: Frank, que durante toda la película está con "ropa de trabajo" y mal afeitado; y Cheyene igualmente. Al final de la película, en cambio, antes de morir ambos, ambos aparecen bien vestidos (cada uno dentro de sus posibilidades) y bien afeitados. Frank sabe que puede morir, Cheyene lo sabe seguro. Se preparan para bien morir. Como la historia oída por un servidor de un mexicano que sabía con anticipación cuándo iba a morirse (y no era porque le fueran a ajusticiar). Llegado el día no parecía acordarse de ello. Se lo recordaron sus familiares y él se preparó bien, se vistió con sus mejores ropas, se tendió en la cama,... y se murió.

Muchos santos dicen que no hay nada peor que la muerte súbita, porque nos pilla sin estar preparados.

Qué curioso que las escenas de muerte de estos dos protagonistas (y del hermano de Armónica) fueran en o cerca de puertas. ¿Será porque las puertas son el lugar de tránsito de un sitio a otro, como la muerte, de un mundo a otro? (el resto de abundantes muertes de la película no suceden cerca de puertas, pues sino, más que una película, parecería un catálogo de una tienda de muebles).

Diferentes actitudes de los personajes

Preguntas sin resolver

Algunos detalles cuidados de la película

Cómo se maneja al espectador

Otros detalles

Los versículos que leen en el entierro, (Jn 11, 25) parecen la moraleja de la película:

Yo soy la resurrección y la vida.

Cuando decimos "Yo soy" instintivamente nos apuntamos con el dedo al corazón (realmente es al plexo solar).(El Cristo que llevamos dentro está en el corazón)

Cuando nos guiamos por el corazón, resucitamos y estamos vivos.

Resucitamos a la muerte que sentimos cuando dejamos de guiarnos por la cabeza (cuando dejamos de ser esclavos de nuestro ego)

Sólo estamos vivos cuando usamos la cabeza al servicio del corazón , si no, somos como máquinas: persiguiendo el placer y huyendo del dolor.

El que creyera en mí y encontrara la muerte, vivirá.

El que creyera en su corazón y encontrara la muerte (que se siente al dejar de guiarnos por la cabeza), empieza a vivir de verdad.

Quien de esta manera viviera y creyera en mí, nunca morirá.

Para vivir de verdad hay que escuchar al corazón y actuar acordemente.

Una vez empezamos a vivir de esta manera, moriremos temporalmente, pero resucitaremos en cuerpo y alma el día del juicio final para no volver a morir jamás (ya sea en el cielo o en el infierno)

Resumen de personajes

Frank

Asesino (evidente) y cobarde (elude las citas con Armónica,...)

Pero su conciencia todavía no está muerta (le repugna matar a Timmy, y su último diálogo con Armónica)

Armónica

El hombre perfecto.

Amor puro personificado (ni siquiera tiene nombre, ni arraigo terrenal alguno, pues le vemos llegar de no se sabe dónde y marcharse hacia tampoco se sabe dónde, sin ningún interés por Jill, ni las tierras, ni el dinero). Desde la muerte de su hermano (?) en sus hombros, dedica su vida a acabar con las fechorías de Frank (pero no simplemente matándole -pues no le faltan oportunidades para hacerlo, sino dándole la oportunidad, antes de morir, de darse cuenta de sus errores (en particular con su hermano) y arrepentirse (con la gracia de Dios) y así salvar su alma.

Cheyene

Forajido sabio con la conciencia despierta (y se niega a matar niños y defiende la justicia, aunque parece que no en todos los ámbitos -parece ladrón y asesino de policías como mínimo)

Jill

Sabia que sabe rectificar y cambiar de vida (cuando estaba en la ciudad y conoció a su marido), y luego que sabe aceptar quedarse en el campo (aunque le "ayude" Armónica un poco para ello: "Ahora no te puedes ir"). Sabia que sabe intercambiar las baratijas de la frivolidad en la ciudad por el valor de "hacer algo" en una vida austera en el campo.

McBain

Tipo honrado, inteligente y paciente que esperaba hacerse rico. Sabía que las riquezas son apetecidas por muchos y puede llegar uno más fuerte y con menos escrúpulos y arrebatárnoslas. Por eso, cuando su hija le pregunta si iban a ser ricos, responde "quizá".

El taxista

Se resiste a la llegada de la "civilización" (máquinas, dinero, prostíbulos, brutalidad,... todo al revés de la "vida tranquila del campo" que prefería el posadero).

Morton

El "nuevo hombre", el que trae la "civilización" (el imperio del dinero, el tren,... y su brutalidad "eliminando obstáculos" es la tarjeta de presentación de los métodos que usa cuando llega plenamente). Como dice Armónica: Frank es un ejemplar de la antigua raza de hombres (todavía con conciencia), que será barrida por otros como Morton.

Tiene una conciencia casi muerta, que sólo protesta por las formas "desagradables" que tiene Frank de resolver los problemas "¡tuviste que matarles a todos!", pero que las acepta ("no nos han faltado contratiempos en el camino") por conseguir su objetivo personal: llegar al Pacífico antes que la muerte le alcance. El "nuevo hombre" sólo tiene dinero, es frágil por dentro, tiene objetivos individuales.



La película tiene más "perlas" que un servidor deja para que Uds. las descubran. Se tiene que morder la lengua para ello, pues el comentar esas "perlas" le llevaría a recordarlas en todos sus detalles, lo que le causaría un inmenso placer.

(*)

Los duelos están prohibidos por las leyes pero, hay excepciones:

A veces, sin embargo por no concurrir las circunstancias descalificadoras, el duelo puede ser no sólo útil, sino lícito.

En el Antiguo Testamento, orientándonos sobre el tema, se narra (1, Samuel, 17) el que mantuvieron David y Goliat.

En este caso, el bien común que demandaba impedir, en lo posible, efusión de sangre, justificaba el desafío y el combate por sustitución de los representantes de los ejércitos enfrentados para la batalla.

Por eso, aseguraba León XIII, aunque el duelo es reprobable, no lo es si se sostiene por una causa pública, como la contemplada por el reto de Carlos V a Francisco I: "Haga el rey campo conmigo, de su persona a la mía, que desde ahora le desafío y provoco, y que todo el riesgo sea nuestro, como y de la manera que a él le pareciere, con las armas que le plazca escoger, en una isla, en un puerto, en una galera amarrada a un río, que yo confío en que Dios me ayudará en causa tan justa."

Extracto de un artículo del número 100 de la revista Arbil
de D.B.P.L.

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El autor de este comentario es el mismo que el del libro "Beber agua de mar. Teniendo en cuenta las leyes del Dr. Hamer sobre la autocuración".



Acabo de publicar unos libros muy interesantes sobre el cielo y el ángel de la guarda, de sacerdotes de principios del siglo XX. Tienen reseñas de los mismos en esta página de mi otra web

Rezar el Rosario (mejor en latín) es el principal recurso que nos queda.

Estas páginas son apuntes que pueden contener errores de un servidor y se van mejorando con el tiempo y la gracia de Dios.

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